El día Lunes 19 de abril del 2010 le vendí mi alma al diablo.
No es tan padriuris como suena. En realidad ni es tan chido.
No se la vendí a cambio de poderes mágicos, un poni, ser la hija ilegitima y aun no reconocida del Peje, se la mejor cuata de Chabelo y unos skittles, como de seguro todos están pensando…No.
Se la vendí por lo más bajo, asqueroso, vil, sucio, y cochino (pero poderoso) del mundo:
Dinero.
Y fue estúpido, ilógico y un poco maduro de mi parte pero aun así no me hace sentir ningún bien…aun. A lo mejor en las quincenas me alivian un rato y en las dieseiscenas ya no tenga dinero y está deprimida y con deudas como en la catorcena pero ya lo hecho, hecho esta…
Hasta que se me acabe el contrato.
1 comentario:
Oh maldito dinero, un mal tan necesario...
Así es la vida cuando crecemos y tenemos que obtenerlo solitos...
Espero que tu alma haya sido bien valuada, que valga la pena.
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