Una coca-cola en la mano. En converses, playera con dibujito y mensaje estúpido y mis jeans rotos que muestran mi rodilla quemada y extraña. Enfrente de mí, mi madre riendo junto con mi tío Pepe del comentario de mi tío Roberto hacia los que compraron abono de los Tigres. “Jotos” nunca había sido dicho de una forma tan sincera, natural y hilarante hasta ahora.
Mi tío Gabriel riendo mientras trata de moverle a la laptop, la cual no quieren dar por perdida.
Y no me podría visualizar con otra familia o en ninguno otro lugar como en este.
. -Y soy feliz. Y me encanta.
1 comentario:
ahora yo digo lo mismo que tu cuando me comentaste "quisiera dejar comentarios útiles"
pero solo puedo decir que quiensabe que seriamos sin nuestras familias
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